Adultos
Desde una psicología cognitivo-conductual (eminentemente práctica), vamos a trabajar en terapia ofreciéndote herramientas y recursos para saber afrontar mejor las situaciones que te perjudican y te traen a consulta.
Podrás aprender a controlar los pensamientos y actitudes que te dañan, gestionando así tus emociones. Un buen psicólogo no puede limitarse sólo a escuchar o a dar consejos, su trabajo es enseñarte recursos y estrategias que te ayudarán a afrontar tus problemas.
Desde el punto de vista psicológico, valoramos el problema en tres niveles:
– A nivel de pensamientos.
– A nivel de sensaciones internas (sensación de faltar el aire, mareos, taquicardias, etc).
– A nivel de conductas (lo que hacemos).
Se determinará la gravedad en función de cómo se vean afectadas las diferentes áreas de la vida de una persona.
Los psicólogos atendemos:
– Problemas menos graves como, por ejemplo, estrés, ansiedad leve, problemas emocionales leves.
– Trastornos mentales crónicos (depresión grave, trastornos de personalidad, etc.).
Desde consulta vamos a dar al paciente una explicación de cómo funciona y se mantiene su trastorno (aspectos biológicos, ambientales y personales). Se enseñan herramientas para afrontar la situación y reconducirla.
El objetivo fundamental del tratamiento psicológico es enseñar al paciente estrategias de afrontamiento que prevengan futuras recaídas y que hagan al paciente mejorar su estado emocional y mejora de su calidad de vida.
Una de las herramientas básicas que aportan a nuestros pacientes una gran mejoría, es el aprendizaje de autorregulación emocional. Es decir, la capacidad de controlar o manejar nuestras reacciones emocionales, sentimientos e impulsos, a través del trabajo combinado de las áreas o centros emocionales y los ejecutivos situados en la región prefrontal del cerebro e implicados en la valoración cognitiva, toma de decisiones, etc.
– Trastornos del estado de ánimo (depresión).
– Trastornos de ansiedad (agorafobia, ataques de pánico, crisis de angustia).
– Fobias.
– Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas, sueño desordenado).
– Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad infantil y adulto (Se realiza informe de evaluación con diferentes pruebas y tests, así como orientaciones para el día a día).
– Trastornos de la personalidad (TLP).
– Trastorno bipolar.
– Trauma: Ha vivido un acontecimiento traumático o sido víctima de algún tipo de violencia física o psicológica.
– Pérdidas afectivas: Separación, duelo…
– Problemas de autoestima.
– Complejo por tu físico.
– Dependencia emocional.
– Dificultad en el estudio (concentración y memoria, organización, etc).
– Miedo a hablar en público, timidez.
– Trastornos obsesivos compulsivos (TOC).
– Problemas psicosomáticos: dermatitis inespecíficas, trastornos digestivos (síndrome de intestino irritable, etc).
– Problemas en tus relaciones sociales (laborales, amigos, familia).
– Terapia de pareja (falta de comunicación, celos, etc.).
– Trastornos de la conducta alimentaria.
– Trastornos del control de los impulsos.
– Tics.
– Estrés (distrés).
– Mobbing (acoso laboral).
– Apoyo a familias homoparentales cuyos hijos sufren presión social en el colegio.
– Apoyo a padres en proceso de separación (cómo dar la noticia a los hijos).
– Adicción al tabaco.
En todos los casos realizamos una evaluación completa y abordamos los tratamientos de forma eficaz y orientamos hacia la prevención.